Me encontraba haciendo tortas en mi casa con mis padres y hermana. Estábamos en la sala ya casi terminándola, en cuanto a mi papá le dio por compartirla con el vecino. Abrió la puerta y caminó tan solo medio metro, ya que vivíamos en un edificio. Toco el timbre, y sale el vecino que era un muchacho alto. Yo me fui a mi habitación y los deje hablando mientras yo escuchaba música. Como 1 hora después mi papá llega y me llama, con el tablero de torta vacía. Luego el nos empieza a contar:
-Le dije a nuestro vecino para compartir pedazos de pastel mientras jugábamos cartas, pero dijo que si podíamos jugar en el apartamento de abajo en la cual se encontraba un amigo de el, que se quedaría por poco tiempo en este país, así que lo acompañé. No nos hizo falta tocar el timbre ya que la puerta se encontraba abierta. Me lo presentó y nos quedamos hablando y jugando. Al rato, para mi sorpresa pasó un muchacho a donde estábamos a buscar algo, pero cuando me di cuenta, me fije que era el chico que Claudia tenía guindado tras la puerta en un póster.
Me quedé paralizada, ¿mi papá no estaría hablando de J-juustin Bie-ber? Salí corriendo con un papel, un lápiz y mi celular en mis manos y baje las escaleras al piso de abajo.
-¿Serían verdad que ese chico se encontraba en el mismo edificio que yo? – me pregunté-
Mi pijama color salmón revoloteaba por mi correr y la suave brisa que se sentía. Tenía el cabello largo, suelto y puestas unas zapatillas que normalmente llevaba siempre con esa bata. Cuando pro fin llegué, miré hacia un lado y había una puerta cerrada. Miré hacia la otra y para mi sorpresa se encontraba abierta. Me quedé paralizada al ver que detrás de aquella puerta abierta, se encontraba la persona que yo admiraba pero que mis amigas y enemigas amaban.
domingo, 18 de abril de 2010
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